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El cierre de la comisaría de la Policía Nacional de Plaza Alta anunciado este miércoles por el Delegado del Gobierno en Extremadura, José Luis ... Quintana, ha provocado una fuerte reacción en el Casco Antiguo, cuyos vecinos reclaman desde hace años un refuerzo de la presencia policial en esta parte de la ciudad. «Nos ha sentado como un tiro, porque esa comisaría servía de elemento disuasorio», afirma Pedro Centeno, portavoz del colectivo SOS Casco Antiguo.
«Oficialmente no sabemos nada, pero la preocupación es enorme. A veces había uno o dos policías en la puerta, suponemos que de guardia, y esa presencia resulta eficaz porque si se te ocurre hacer alguna cosa ilegal, ahí no la vas a hacer porque esos agentes pueden hacer acto de presencia», expone este representante vecinal.
«De esto no se nos ha avisado, es otra desgracia que nos ocurre. Pero no sabemos cuál es el problema, porque una de las cosas que había ayudado a regenera tímidamente nuestro barrio nos lo quitan: es otro clavo en el ataúd».
Recuerda Pedro Centeno que la marcha de la inspección de la Policía Local a Valdepasillas hace ahora varios años restó presencia policial en el Casco Antiguo. En un primer momento ese edificio siguió funcionando como subinspección, pero el problema se agravó cuando esas dependencias policiales redujeron su actividad prácticamente a cero. «Realmente no sabemos si la comisaría de la Policía Local tiene actividad, porque yo no veo más que algún vehículo de tarde en tarde», denuncia Centeno
«Hace tiempo nos contaron que iba a haber una comisaría policial conjunta en el Casco Antiguo en la que estaría presente la Policía Nacional y la Policía Local, pero si cierran el puesto de la Policía Local de Montesinos y el de la Policía Nacional en la Plaza Alta, ¿cómo lo va a haber? Cuando tú apuestas por algo, te quedas. Si te vas es que no estás apostando», prosigue el representante vecinal.
«Con la droga no se ha acabado, ni que se ha acabado con que se aparque donde dé la gana. Nos dijeron que la Policía Local había adquirido unos cepos para inmovilizar esos coches, pero eso debe ser leyenda urbana porque es frecuente ver coches que están toda la noche cortando una calle. Es lo que llamamos nuestra asquerosa normalidad», resume Pedro Centeno, quien asegura que la indignación que ha provocado el anuncio de cierre de la comisaría de la Plaza Alta es compartida por vecinos, comerciantes y colectivos sociales de todo tipo.
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