
¿Universidades privadas en Extremadura?
No creo necesaria la presencia de universidades privadas en Extremadura dado que no responde a ninguna necesidad académica ni demanda social
Francisco España Fuentes
Lunes, 21 de abril 2025, 23:11
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Francisco España Fuentes
Lunes, 21 de abril 2025, 23:11
Trataré de exponer un análisis acerca de la creación de universidades privadas en Extremadura, de la normativa que han de cumplir, mi opinión respecto de ... la necesidad o no de su implantación en Extremadura y finalmente propuestas que garanticen, en su caso, el funcionamiento y la calidad de estos centros. No pretendo confrontar universidad pública versus privada porque soy consciente de que existen universidades privadas con prestigio: CEU San Pablo, Universidad de Navarra o Universidad Pontificia de Comillas.
Las universidades son productoras de conocimiento y depositarias del mismo, imparten docencia, realizan investigación y transfieren ese conocimiento. Estas funciones constituyen el centro de su actividad. Subrayo esta definición en tanto que no solo se trata de impartir docencia y expedir títulos lo que es más propio de academias que de una universidad. La creación de universidades debe ajustarse a la legalidad vigente esto es a la LOSU (Ley Orgánica Sistema Universitario y al Real Decreto 640/2021, de 27 de julio), de creación, reconocimiento y autorización de universidades y centros universitarios adscritos. El Decreto recoge lo referido a las condiciones y requisitos que deben cumplir cuantas instituciones, empresas y fondos de inversión soliciten realizar su actividad como universidades o centros adscritos: la labor docente, investigadora, cualificación del personal docente, las instalaciones, equipamiento, así como a las garantías de sostenibilidad. Según esta normativa, la autorización, también requiere de un informe, no vinculante, de la comisión delegada de la Conferencia General de Política Universitaria.
Las universidades privadas, para su autorización, deben aportar, además, documentalmente las garantías que aseguren su sostenibilidad económica y deberán tener presente su coherencia con el número de títulos oficiales ofertados y el de estudiantes matriculados o que se matricularan, así como el plan económico de viabilidad de carácter económico-financiero y un plan de cierre si el proyecto resulta inviable.
Extremadura comienza a ser objetivo de instituciones, empresas y fondos de inversión, y al parecer son cuatro las iniciativas que ya han dado los primeros pasos. La primera de ellas, Uninde (Universidad Internacional para el Desarrollo) en modalidad semipresencial e impulsada por la Sociedad Uninde S.L. de capital chileno. La oferta académica inicial se centra en Enfermería, Fisioterapia, Psicología, Emprendimiento y negocios digitales, Diseño Gráfico y de Productos, entre otros. La memoria presentada ha sido informada negativamente por el Conferencia General de Política Universitaria (CGPU) entre ellas: no acredita solvencia financiera, escasa plantilla de profesorado, carencias en el proyecto de investigación y ubicación en un centro comercial. Dado que el informe no es vinculante corresponde a la comunidad decidir acerca de su implantación. No creo necesaria la presencia de ninguna universidad privada en Extremadura dado que:
A). No responde a ninguna necesidad académica ni demanda social.
B). En Extremadura tenemos la UEx, universidad pública presencial con cuatro sedes en Badajoz, Cáceres, Mérida y Plasencia y la UNED con sus centros asociados de Mérida y Plasencia y aulas que tutorizan a los alumnos. Ambas universidades posibilitan suficientemente el acceso de los alumnos de nuestra región a las enseñanzas superiores. La fuga de universitarios hacia otras universidades no es considerable y sus motivaciones son multicausales: proximidad a Salamanca y Sevilla, inexistencia de alguna especialidad en la UEx, etc.
C). Descenso demográfico: el número de alumnos en la UEx está disminuyendo. Hoy, en torno a 3.000 menos que en 2015.
D).-alta de centros para prácticas: muchas de las titulaciones requieren prácticas curriculares, como Enfermería, Psicología y Fisioterapia y la región no tiene suficientes plazas para absorber a más estudiantes con lo que muchos alumnos de la UEx se quedarían sin sus prácticas curriculares.
E).No podemos obviar que la UEx conjuntamente con otras 34 públicas y una privada (Navarra) de las 41 existentes se encuentra entre las 800 mejores del Ranking de Shanghai (30.000 universidades de 93 países del mundo). En su evaluación se tiene muy presente la investigación. Ello nos lleva a reflexionar acerca de que autorizar universidades que no obtienen el informe positivo del Conferencia General de Política Universitaria del Estado pueda contaminar el prestigio de la UEx.
F). Los déficit o números clausus de plazas en algunas facultades se subsanan con mayor presupuesto.
G). No olvidemos que la universidad pública es más económica, su profesorado es muy cualificado, realiza investigación, crea y transmite conocimientos, además de impartir docencia.
Como quiera que algunas comunidades han aprobado universidades privadas habiendo tenido el informe desfavorable de la CGPU –el Gobierno de Extremadura ha comenzado ese camino– y desarrollado su actividad durante varios años sin que los déficits señalados por la Conferencia hayan sido subsanados sugiero que:
1. No se autorice la actividad de una universidad privada hasta tanto no subsanen los puntos que dieron lugar al informe desfavorable de la CGPU.
2. Se apruebe una ley en la comunidad que recoja la normativa vigente (LOSU y Decreto 640/2021), así como cuantas normativa sean preceptivas.
3.En el mismo ámbito se cree un órgano propio –Consejo de Política Universitaria de Extremadura– que, ajustado a la LOSU y a los decretos y normativa correspondiente, pueda emitir informe acerca de la memoria de viabilidad que deben aportar las empresas e instituciones solicitantes.
4. La creación de una inspección, que no solo asegure el cumplimiento de la normativa vigente sino también los criterios de calidad exigibles.
Finalmente quiero reiterar y acentuar las funciones básicas y fundamentales de la universidad que no solo es la docencia, sino también investigadora y productora de conocimiento y ha de tener capacidad de compartir y transferir ese conocimiento. Por tanto, una institución que no se ciña a estos paramentos no es una universidad.
«En nuestra historia reciente, la universidad ha sido el mejor ascensor social que existe, porque prepara a la gente para el futuro. Si disminuimos nuestra actividad controladora de la calidad, haremos un flaco servicio a la sociedad» (Juan Cruz Cigudosa).
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